En un importante avance diplomático, la República Democrática del Congo (DRC) y Ruanda han firmado un acuerdo de paz mediado por EE. UU. destinado a poner fin a años de tensión y violencia en la región de los Grandes Lagos de África. El acuerdo se firmó el viernes en Washington, D.C., en presencia del Secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, y altos diplomáticos de ambos países. Según la Agencia Anadolu, el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, calificó el movimiento como un “paso significativo hacia la desescalada, la paz y la estabilidad.”
Un Paso Hacia la Paz en una Región Largamente Afectada
El este de la RDC ha visto décadas de conflicto, impulsado por la inestabilidad política, las tensiones étnicas y la presencia de grupos rebeldes armados. La violencia ha desplazado a más de 7.8 millones de personas, creando una de las peores crisis humanitarias del mundo, según las Naciones Unidas.
El acuerdo de paz ofrece una nueva esperanza. Guterres calificó el acuerdo de “un paso significativo,” enfatizando la importancia de detener las hostilidades y honrar todos los términos delineados en el acuerdo y bajo la Resolución 2773 del Consejo de Seguridad de la ONU (2025).
Esfuerzos de Mediación Global Liderados por EE. UU.
Este acuerdo de paz tan esperado fue posible gracias a la mediación de EE. UU., con el fuerte apoyo de Catar y la Unión Africana. El presidente togolés Faure Gnassingbé actuó como el mediador principal de la UA. El proceso también involucró una coordinación clave con cinco co-facilitadores regionales, seleccionados por la Comunidad de África Oriental y la Comunidad de Desarrollo de África Meridional.
En la ceremonia de firma, el Secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, elogió el compromiso de todas las partes involucradas y señaló la importancia de una diplomacia sostenida para resolver los conflictos regionales de larga data.
El papel de la ONU en el apoyo al acuerdo
Las Naciones Unidas, a través de su misión de mantenimiento de la paz en el Congo (MONUSCO), ha prometido un apoyo total para ayudar a implementar los términos del acuerdo. Guterres reiteró que la ONU trabajará en estrecha coordinación con la Unión Africana, bloques regionales y socios internacionales para garantizar que los esfuerzos de paz no sean solo simbólicos, sino sostenibles.
“Insto a las partes a honrar en su totalidad los compromisos que han asumido”, dijo Guterres, subrayando que esto incluye el cese inmediato de las hostilidades y otras medidas de seguridad críticas.
Desafíos por delante, pero crece el optimismo
Mientras el acuerdo es elogiado en todo el mundo, los observadores reconocen que el camino por delante será desafiante. La confianza entre la RDC y Ruanda se ha visto gravemente afectada a lo largo de los años, especialmente por las acusaciones de apoyo a facciones rebeldes y ataques transfronterizos.
Sin embargo, con un importante respaldo internacional y un marco delineado para la responsabilidad y el monitoreo, hay un optimismo cauteloso de que la región podría finalmente ver una paz duradera.
Este acuerdo de paz no solo representa una victoria diplomática, sino también un posible punto de inflexión para millones de personas afectadas por la inestabilidad. Como dijo Guterres, la comunidad internacional debe permanecer "totalmente comprometida" a ayudar a la RDC y a Ruanda a pasar de conflicto a cooperación.
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El jefe de la ONU da la bienvenida al histórico acuerdo de paz entre la República Democrática del Congo y Ruanda
En un importante avance diplomático, la República Democrática del Congo (DRC) y Ruanda han firmado un acuerdo de paz mediado por EE. UU. destinado a poner fin a años de tensión y violencia en la región de los Grandes Lagos de África. El acuerdo se firmó el viernes en Washington, D.C., en presencia del Secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, y altos diplomáticos de ambos países. Según la Agencia Anadolu, el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, calificó el movimiento como un “paso significativo hacia la desescalada, la paz y la estabilidad.”
Un Paso Hacia la Paz en una Región Largamente Afectada
El este de la RDC ha visto décadas de conflicto, impulsado por la inestabilidad política, las tensiones étnicas y la presencia de grupos rebeldes armados. La violencia ha desplazado a más de 7.8 millones de personas, creando una de las peores crisis humanitarias del mundo, según las Naciones Unidas.
El acuerdo de paz ofrece una nueva esperanza. Guterres calificó el acuerdo de “un paso significativo,” enfatizando la importancia de detener las hostilidades y honrar todos los términos delineados en el acuerdo y bajo la Resolución 2773 del Consejo de Seguridad de la ONU (2025).
Esfuerzos de Mediación Global Liderados por EE. UU.
Este acuerdo de paz tan esperado fue posible gracias a la mediación de EE. UU., con el fuerte apoyo de Catar y la Unión Africana. El presidente togolés Faure Gnassingbé actuó como el mediador principal de la UA. El proceso también involucró una coordinación clave con cinco co-facilitadores regionales, seleccionados por la Comunidad de África Oriental y la Comunidad de Desarrollo de África Meridional.
En la ceremonia de firma, el Secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, elogió el compromiso de todas las partes involucradas y señaló la importancia de una diplomacia sostenida para resolver los conflictos regionales de larga data.
El papel de la ONU en el apoyo al acuerdo
Las Naciones Unidas, a través de su misión de mantenimiento de la paz en el Congo (MONUSCO), ha prometido un apoyo total para ayudar a implementar los términos del acuerdo. Guterres reiteró que la ONU trabajará en estrecha coordinación con la Unión Africana, bloques regionales y socios internacionales para garantizar que los esfuerzos de paz no sean solo simbólicos, sino sostenibles.
“Insto a las partes a honrar en su totalidad los compromisos que han asumido”, dijo Guterres, subrayando que esto incluye el cese inmediato de las hostilidades y otras medidas de seguridad críticas.
Desafíos por delante, pero crece el optimismo
Mientras el acuerdo es elogiado en todo el mundo, los observadores reconocen que el camino por delante será desafiante. La confianza entre la RDC y Ruanda se ha visto gravemente afectada a lo largo de los años, especialmente por las acusaciones de apoyo a facciones rebeldes y ataques transfronterizos.
Sin embargo, con un importante respaldo internacional y un marco delineado para la responsabilidad y el monitoreo, hay un optimismo cauteloso de que la región podría finalmente ver una paz duradera.
Este acuerdo de paz no solo representa una victoria diplomática, sino también un posible punto de inflexión para millones de personas afectadas por la inestabilidad. Como dijo Guterres, la comunidad internacional debe permanecer "totalmente comprometida" a ayudar a la RDC y a Ruanda a pasar de conflicto a cooperación.