Ahora, la gran mayoría de las personas aún no creen que haya llegado un bull run, y esa es precisamente la razón por la que el mercado se desarrolla en la incertidumbre. La confianza de los tontos necesita cierto tiempo para recuperarse, pero la mejor oportunidad es precisamente en el momento de la desesperación, y cuando las expectativas del mercado tiendan a ser unánimes, el mercado comenzará a volverse loco, pero en ese momento los riesgos comenzarán a aumentar. Los inversores minoristas necesitan visión, así como paciencia y valentía. En la crisis hay oportunidades, lo cual es coherente con la dialéctica.