El mercado en sí no tiene emociones; las emociones están en las personas dentro del mercado. La codicia, el miedo, la arrogancia y el orgullo son las raíces del fracaso en la inversión. La riqueza puede fluctuar instantáneamente; no puedes depender de un análisis rápido para determinar si la codicia o el miedo han secuestrado tus decisiones. En tiempos de locura del mercado, ¿puedes mantener tu propio sistema lógico...
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El mercado en sí no tiene emociones; las emociones están en las personas dentro del mercado. La codicia, el miedo, la arrogancia y el orgullo son las raíces del fracaso en la inversión. La riqueza puede fluctuar instantáneamente; no puedes depender de un análisis rápido para determinar si la codicia o el miedo han secuestrado tus decisiones. En tiempos de locura del mercado, ¿puedes mantener tu propio sistema lógico...